Los análisis de sangre relacionados con el tiroides son fundamentales a la hora de investigar las causas de la disfunción eréctil.
Estas pruebas incluyen Tiroides + TSH, TSH, T3 libre y T4 libre.
Una faceta importante de estas pruebas es evaluar la funcionalidad de la glándula tiroides y comprender su intrincada relación con las hormonas sexuales.
Varias hormonas pueden afectar a la función sexual de un individuo, y sus niveles en el torrente sanguíneo pueden proporcionar información crucial:
El hemograma es una prueba que suele realizarse para detectar problemas de salud subyacentes que podrían estar afectando a la capacidad de mantener o lograr una erección. Si se detectan problemas como la anemia u otras afecciones sanguíneas, se puede diseñar un tratamiento claro.
La prueba de perfil lipídico evalúa los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Es fundamental controlar estos niveles, ya que cualquier desequilibrio puede afectar al flujo sanguíneo que llega al pene y, por tanto, a la función eréctil.
La diabetes es una causa conocida de disfunción eréctil en muchas personas. Para diagnosticar la diabetes se realiza una prueba de azúcar en sangre en ayunas. Además, la prueba de Hemoglobina A1c c/eAG permite conocer los niveles de azúcar de un individuo a lo largo de un período, lo que facilita la relación entre la diabetes crónica y la disfunción eréctil.
Aparte de los análisis de sangre, existen otros métodos diagnósticos como la prueba de erección nocturna y la ecografía peneana Doppler. Además, una historia médica y sexual completa suele proporcionar un contexto valioso para los resultados de estas pruebas.
A veces se realizan análisis de orina junto con análisis de sangre. Por ejemplo, el panel de análisis esenciales de sangre y orina para la disfunción eréctil (DE) nº 2 incluye pruebas como análisis de orina, hormona foliculoestimulante (FSH) y hormona luteinizante (LH), y pruebas específicas de la próstata. Estas pruebas exhaustivas están diseñadas para proporcionar una comprensión holística de la salud de un individuo y su posible impacto en la función eréctil.
Por último, aunque pruebas como el análisis de sangre completo (CBC), el análisis de hormonas en sangre y el análisis de sangre del perfil lipídico forman parte integral del proceso de diagnóstico, los requisitos reales de cada prueba pueden variar en función del estado y los antecedentes específicos de cada persona. Consulte siempre a un profesional sanitario para determinar el mejor enfoque diagnóstico.