Aunque la hepatotoxicidad causada por el sildenafilo se considera rara en la literatura, se han notificado al menos cinco casos de lesión hepática aguda atribuidos a su uso. Sin embargo, no se ha notificado ningún caso de insuficiencia hepática aguda asociada a sildenafilo.
El periodo de latencia en la mayoría de los informes de lesión hepática aguda relacionada con el sildenafilo ha sido poco claro, en parte debido al uso intermitente y a veces no reconocido del fármaco. Sin embargo, parece que el periodo de latencia oscila entre 1 y 8 semanas.
A pesar de los pocos casos de lesión hepática aguda relacionados con el uso de sildenafilo, la hepatotoxicidad del fármaco no es del todo convincente y debe ser bastante rara, si es que se produce.
La relación entre el sildenafilo y las lesiones hepáticas sigue siendo incierta.
En un estudio realizado en ratas con cirrosis inducida experimentalmente, se descubrió que el sildenafilo podría haber afectado significativamente a la función hematopoyética del hígado. Sin embargo, es importante señalar que estos resultados se observaron en ratas y pueden no trasladarse directamente a los seres humanos.
Otro estudio informó de alteraciones significativas en las funciones hepáticas como resultado de la exposición subcrónica a sobredosis de sildenafilo. Esto sugiere que dosis elevadas de sildenafilo podrían tener efectos negativos sobre la función hepática, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar esta hipótesis.
Un estudio que investigó los efectos del sildenafilo en pacientes con cirrosis descubrió que el fármaco no inducía ningún cambio profundo clínicamente relevante en el flujo sanguíneo esplácnico, el consumo de oxígeno y el gradiente de presión venosa hepática. Esto indica que el sildenafilo puede no tener un impacto significativo sobre la función hepática en pacientes con cirrosis.
Sildenafilo es generalmente bien tolerado y seguro en pacientes con enfermedad de hígado graso no alcohólico (NAFLD). Sin embargo, su eficacia puede verse reducida en individuos con comorbilidades. Los pacientes con enfermedad hepática o cirrosis deben tener precaución y consultar a su médico antes de tomar sildenafilo, ya que los efectos del fármaco pueden aumentar debido a una eliminación más lenta del organismo.
En conclusión, aunque se han notificado algunos casos de lesión hepática aguda asociada al uso de sildenafilo, la hepatotoxicidad del sildenafilo no es del todo convincente y debe ser bastante rara, si es que se produce. Los pacientes con enfermedad hepática o cirrosis deben consultar a su médico para discutir los riesgos y beneficios potenciales del uso de sildenafilo.